Resident Evil 4 (2005). Acción. PS2. Japón. Un jugador.
Esta vez los zombies nos esperan en... ¡TOMA! EN PLENA ESPAÑA,
Sí señor, sin lugar a dudas, el país elegido como portador de esta historia es nuestra querida España. El ambiente de las casas, los paisajes, o las ropas de los hombres nos recuerdan a un ambiente rural, "europeo" que lo llaman ellos. Este detalle nos puede gustar o no, pero ya se sabe lo que dicen: como en casa, no se come en ningún sitio.
Todo sería muy bonito si no fuera por un par de pequeños detalles: las ropas de los pueblerinos, que recuerdan a épocas bastantes pasadas, y las voces. Sí, hablan en español, pero no el español de España. Sería más divertido oír decir a esta gente cosas del estilo "Quiero matar", "Mierda" o "Detrás de tí, imbécil" si lo hicieran en ese español de España, sin ese acento Latinoamericano.
Más allá de la ambientación, pasemos a la acción. A mi gusto personal, se trata del mejor Resident Evil, lo que está claro es que mucho no se parece a los juegos anteriores.
Se acabó la cámara fija en distintos puntos del escenario, que hacían muy difícil el disparar a veces. La cámara ahora está sobre nuestros hombros, dejándonos ver lo suficiente para disparar y para que nos den un buen susto. Se acabó el terror. Cierto que algunas veces soltaremos una mala palabra, y que según en que condiciones juguemos, podríamos tener ganas de apagar de una vez la consola, pero salvo algunos geniales momentos (lo cabrones que son algunas criaturas nos harán apoyar la pena de muerte) el miedo no aparece en el juego.
La acción está asegurada, la increíble capacidad del juego, lo divertido que será cargarse a malos-malotes entre disparos, cuchilladas, y algún forzado golpe de kárate, hará que las horas se pasen volando, y (al menos a mí) se convierte en un juego que puede durar años hasta plantarlo del todo en la estantería (al igual que en GTA: San Andreas, habrá temporadas en que lo dejaremos, y temporadas en que no nos despegaremos de él).
La historia... bueno, está bien, abundante en clásicas sobradas americanas sacadas del cine. Malos molones, buenos más molones aún, algunas coñas con un policía español (que tendrá pintas de todo, salvo de policía), en resumen, no es aaajjjj... (amago de escupitajo), ni tampoco ohhhhh... (de "Oh, que bonito"), algo aceptable, que se sitúa en medio.
Los sonidos son correctos, las voces... ya lo he dicho, y la reacción de las armas al disparar no será como en los mejores juegos de guerra, pero se trata de pegar tiros, no de imitar la realidad.
En resumen: a mi gusto personal (que para mí es el que cuenta) un juego excelente, que podría ser imitado en un futuro, y que se sitúa entre los mejores de PS2, por su gran jugabilidad, y el buen rato, en general, que se pasa al jugarlo.
Una gran compra, vamos.
02 septiembre 2009
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